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Daisaku Ikeda

Daisaku Ikeda

Daisaku Ikeda (1928-2023), nació el 2 de enero de 1928 en Tokio, fue un educador, filósofo, autor prolífico y constructor de paz cuyos esfuerzos para la promoción de la educación humanística, el diálogo e intercambio intercultural y la paz han sido ampliamente reconocidos en todo el mundo. Fue el presidente y fundador de la asociación budista laica Soka Gakkai International (SGI).

Ikeda fundó el sistema escolar Soka con la convicción de que la educación humanista y centrada en el estudiante es la base para el desarrollo de una sociedad pacífica y que afirma la vida. El sistema escolar abarca desde el jardín de infantes hasta los estudios de posgrado en diferentes países, incluyendo jardines de infancia en Japón, Malasia, Singapur, Hong Kong y Corea, un jardín de infancia, una escuela primaria y una escuela secundaria en Brasil, dos escuelas primarias y secundarias mixtas en Japón (Tokio y Osaka), la Universidad Soka (Japón), Soka Women’s College y la Universidad Soka de América (EEUU). 

Ikeda también fue el fundador de diversas instituciones internacionales de paz y cultura sin fines de lucro: el Instituto de Filosofía Oriental, el Instituto Toda para la Paz Global y la Investigación de Políticas, el Museo de Arte Fuji de Tokio y la Asociación de Conciertos Min-On (que promueve el intercambio intercultural a través de las artes escénicas), entidad que desde hace más de 50 años viene promoviendo un puente de amistad entre el Japón y la Argentina, a través de las presentaciones de los más prodigiosos artistas entre quienes se han contado los maestros Mariano Mores y Osvaldo Pugliese, junto también a mentores de nuestro folclore como Atahualpa yupanqui, Jaime Torres, entre otros.

En reconocimiento por sus contribuciones a la educación, la cultura y la paz, Ikeda ha sido galardonado con cátedras de institutos de educación superior en más de 40 países, incluida la Universidad Estatal de Moscú, la Universidad de Bolonia, la Universidad de Pekín, la Universidad de Glasgow, la Universidad de Nairobi, City University of New York, Delhi University, University of Jordan, Panama University y University of Sydney. En Argentina, ha sido sido distinguido por muchas de las más importantes casas de altos estudios, como la Universidad de Buenos Aires y la Universidad Nacional de Córdoba en 1990, la Universidad de Palermo en 1991, la Universidad Nacional de Lomas de Zamora en 1993, la Universidad Nacional de Tucumán en 2016, y más recientemente en junio del 2023 ha sido destacado con el título de Honoris Causa de la Universidad Nacional de Misiones y del a Universidad Nacional de Salta, en junio del 2023. También ha recibido los honores nacionales de unos 20 países, la Medalla de la Paz de las Naciones Unidas, el Premio Internacional a la Tolerancia del Centro Simon Wiesenthal y el Premio Humanitario Rosa Parks, entre otros.

Como fruto de su contribución a la educación en Argentina, en la Provincia de Corrientes, desde el 2006, la Escuela Secundaria de Santa Lucía lleva el nombre de “Maestro Daisaku Ikeda” (CSMDI). Actualmente, el Colegio Secundario “Maestro Daisaku Ikeda” desarrolla una importante labor formativa y social en la comunidad de Santa Lucía.

Daisaku Ikeda creció como el quinto hijo de una familia que se ganaba la vida cosechando algas comestibles. Estaba en su adolescencia cuando Japón entró en la Segunda Guerra Mundial en la década de 1940. Su experiencia directa del militarismo japonés y el horror y el sufrimiento innecesario de la guerra le dejaron una profunda huella, convirtiéndose en el principal factor motivador de su posterior activismo por la paz. Al mismo tiempo, su experiencia de la influencia del militarismo y el ultranacionalismo en la educación durante este tiempo moldeó poderosamente su perspectiva sobre el valor de la educación humanista. Para el gobierno militarista de Japón, la educación se convirtió en el medio para convertir a los niños en servidores obedientes del estado y sus objetivos de guerra. Ikeda experimentó de primera mano el poder de la educación para moldear profundamente, ya sea negativa o positivamente, las perspectivas y expectativas de los jóvenes.

El fin de la guerra trajo un cambio drástico en la sociedad japonesa y sus valores. Como escribió Ikeda: “El extraño sistema de valores que nos inculcaron en los años de la guerra había sido denunciado como fraudulento y arrasado”.

Fue en ese momento, a la edad de 19 años, cuando Ikeda conoció a Josei Toda (1900-1958), quien se convirtió en su mentor de por vida. Toda fue un educador y filósofo budista que había sido encarcelado durante la guerra por su oposición a las políticas del gobierno militarista. Inspirado por el carácter humano y compasivo de Toda, su extraordinaria visión de la naturaleza humana y los fenómenos sociales y su profunda determinación de lograr una transformación positiva de la sociedad, Ikeda se dedicó a llevar adelante los ideales y la visión de su mentor.

Lector ávido y apasionado por el aprendizaje, Ikeda se matriculó en una escuela nocturna mientras trabajaba a tiempo completo en una empresa dirigida por Toda. Cuando el negocio de Toda fracasó en medio del estancamiento de la economía de la posguerra, la mayoría de sus empleados abandonaron la empresa. Ikeda, sin embargo, se mantuvo y se dedicó a apoyar a Toda y evitar que se arruinara económicamente. Para hacer esto, tuvo que dejar de asistir a la escuela nocturna. A cambio, Toda, que había sido un consumado educador en la época anterior a la guerra, se ofreció a darle clases particulares en una variedad de materias que serían el equivalente a una educación de nivel universitario. Estas lecciones en lo que Ikeda luego llamó “Universidad Toda“ continuaron durante diez años hasta el fallecimiento de Toda. Toda le dio a Ikeda una educación completa y amplia tanto en humanidades como en ciencias naturales, incluidas economía, historia, geografía, matemáticas, física, química y astronomía. “El noventa y ocho por ciento de lo que soy hoy, lo aprendí de mi mentor”, comenta Ikeda. Más tarde, Ikeda se graduó en Fuji Junior College (actual Universidad Fuji de Tokio).

Toda falleció en 1958. Después de él, Ikeda emprendió una amplia gama de actividades a escala mundial para la promoción de la educación, la paz y la felicidad humana. Un enfoque clave ha sido la promoción del diálogo. Ikeda se ha involucrado en diálogos amplios con un espectro diverso de personas de todo el mundo en un esfuerzo por construir puentes de entendimiento mutuo sobre las divisiones de ideología, nacionalidad, religión, etc. y buscar soluciones viables a problemas globales. Su diplomacia ciudadana durante la década de 1970 ayudó a sentar las bases para la normalización de las relaciones chino-japonesas y también contribuyó a aliviar las tensiones políticas entre China y la Unión Soviética.

Durante las últimas cinco décadas, Ikeda ha entablado diálogos con unas 1.600 figuras destacadas en los campos de la política, la educación, la academia, la ciencia, el activismo por la paz, los negocios y las artes. Más de 50 de estos diálogos se han publicado en forma de libro. Los ejemplos incluyen sus diálogos publicados con el historiador británico Arnold J. Toynbee, el ex presidente soviético Mikhail Gorbachov, el gigante literario chino Jin Yong, el «padre de los estudios sobre la paz» Johan Galtung de Noruega, la futurista y economista estadounidense Hazel Henderson y el Premio Nobel de la Paz Linus Pauling y Joseph Rotblat, científicos galardonados y activistas por la paz, y la también Nobel pacifista Betty Wiliams.  Entre esos encuentros, ha publicado un diálogo titulado “La fuerza de la esperanza” con el Nobel argentino Adolfo Pérez Esquivel, con quien compartió un profundo lazo de amistad desde hace varios años.

Incluyendo estos diálogos, Ikeda ha publicado más de 100 obras, que van desde la filosofía hasta los ensayos biográficos y la literatura infantil. Ha sido nombrado poeta laureado por la Academia Mundial de las Artes y la Cultura (1981) y Poeta de los Pueblos del Mundo por la Sociedad Mundial de Poesía Intercontinental (2007), que en 1995 otorgó a Ikeda su Premio Mundial de Poeta Laureado.

Desde 1983 hasta 2022, Ikeda ha publicando anualmente Propuestas de Paz ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en las que expuso sobre diversos temas que enfrenta la sociedad global, desde la perspectiva de los principios básicos del budismo, con el objetivo de coadyuvar a la consolidación de la paz y la seguridad humana. Asimismo, impulsó hasta el día de hoy la abolición de las armas nucleares, promoviendo actividades en torno a los jóvenes y, en los últimos años, en sus propuestas se destacan especialmente sus iniciativas para implementar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con miras a contribuir a la resolución de los diversos desafíos que enfrenta la humanidad hacia el 2030.  

También ha pronunciado discursos en 28 universidades e instituciones académicas en el extranjero, incluidas la Universidad Estatal de Moscú, la Universidad de Pekín y la Universidad de Harvard.

Luego de haber consagrado su vida a promover el diálogo, la amistad y la paz en todo el mundo, el maestro Daisaku Ikeda falleció serenamente el 15 de noviembre del 2023, dejando un legado eterno a través de su ejemplo en el compromiso de hacer realidad la construcción una cultura de paz. 

Entre sus muchos esfuerzos, Ikeda ha descrito la promoción de la educación humanística como la empresa culminante de su vida. 

Expresó: “La educación es un privilegio singularmente humano. Es la fuente inspiradora que nos permite ejercer nuestra condición humana en el verdadero sentido de la palabra; gracias a la educación el ser humano puede asumir una misión constructiva en la vida, con compostura y confianza en sí mismo».