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Sean jóvenes que iluminen de esperanza a toda la humanidad

DAISAKU IKEDA

Resumen
A continuación, se transcribe el discurso de aceptación del título de Doctor Honoris Causa de la
Universidad del Este, conferido al presidente de la SGI, Daisaku Ikeda. El mismo fue leído por el
vicepresidente de la SGI, Hiromasa Ikeda, durante la ceremonia de otorgamiento de dicha distinción,
que se realizó el 31 de octubre de 2018, en el Auditorio de la Paz, sito en la ciudad de Buenos Aires.

Excelentísima señora rectora de la Universidad del Este, doctora María de las Mercedes
Reitano; distinguidas autoridades universitarias; distinguidos invitados de honor;
queridos compañeros de la SGI de la Argentina:

Acabo de ser homenajeado con el Doctorado Honorario de la Universidad del Este, una casa
de estudios superiores dedicada a la educación humanística en la ciudad de La Plata. Este
galardón académico es un reconocimiento que quiero compartir con mis queridos compañeros
de la SGI de la Argentina, ya que son ellos quienes han abierto caminos nunca antes vistos,
mediante su sincero accionar diario, en el afán de contribuir a sus comunidades, a su país y al
mundo, esforzándose como ciudadanos ejemplares. Agradezco a la Universidad del Este por
permitirme recibir esta distinción ante la presencia de mis queridos compañeros de la SGI de
la Argentina, quienes comprenden plenamente mis sentimientos.
Hoy, se han congregado en este acto brillantes jóvenes dispuestos a trabajar por el futuro de la
Argentina y del mundo. Por eso, quiero proponer a mis queridos jóvenes “tres consignas de la
ciudadanía mundial”, que he afianzado al entrar en contacto con los ideales educativos de la
Universidad del Este.
La primera es “desafiarnos permanentemente en la acción por la revolución humana,
como la corriente de un anchuroso río”.
Vivimos en tiempos aciagos. ¿A quiénes podemos

recurrir para obtener una mirada esclarecedora de nuestro tiempo? Cuando le preguntaron esto
al escritor Ernesto Sábato –quien presidió la Comisión Nacional sobre la Desaparición de
Personas (CONADEP) y cursó estudios superiores en La Plata– él respondió que,
lamentablemente, nuestra época tenía puesta su mirada en figuras famosas y en el triunfo fácil,
pero que “los referentes en los que se puede hallar un valor, que abren un camino, están fuera
de la pantalla”. Estos referentes son el tipo de personas que asumen un compromiso; son los
que “están metidos en los intersticios; no producen imágenes sino actos; no brillan con
reflectores, pero son los que en verdad iluminan los períodos oscuros de la historia”.1

Pienso que la Universidad del Este se ha dedicado a abrir caminos y a iluminar a la gente.
Coincido con la visión de esta universidad que trabaja por la formación plena del sujeto y
promueve una educación en la que se respetan integralmente todos los aspectos que hacen a la
persona, tanto en las dimensiones intelectuales, éticas, morales, sociales y culturales.
Lo más importante en todo proyecto educativo es el ser humano. El mundo necesita personas
creativas e integrales, que hayan cultivado su intelecto y su personalidad, que estén
comprometidas con la sociedad nacional y global, con los ciudadanos de todos los niveles.
Concreté mi sueño de visitar la Argentina en 1993. Ese mismo año, había cristalizado otra
meta: la de terminar de escribir mi novela seriada La revolución humana; así comencé a
redactar otra nueva obra, que titulé La nueva revolución humana. Para mí, tomar la pluma ha
sido una forma de luchar junto con los maestros fundadores de la Soka Gakkai, Tsunesaburo
Makiguchi y Josei Toda, y una forma de trasmitir el legado espiritual de este esfuerzo
inseparable de mentor y discípulo, basado en la acción, a mis jóvenes sucesores del orbe entero.
Me hace feliz saber que mis preciados compañeros de la SGI de la Argentina han comprendido
mi intención y se han desafiado constantemente en la acción, esforzándose en su revolución
humana, tratando de mantenerse en sincronía espiritual con su maestro, a lo largo de estos
veinticinco años, sin importar las distancias que nos separan. Por eso, quiero estrechar la mano
de cada uno de ustedes, con profunda gratitud. Recuerden que “revolución humana” es
sinónimo de contribución social. Por favor, les pido que avancen por ese camino imponente,
como el anchuroso Río de La Plata.
La segunda consigna es “construir una red solidaria de personas capaces, inamovibles
como un robusto y majestuoso árbol”. La misión que se ha propuesto cumplir la Universidad
del Este me parece muy importante. Ésta apunta a propiciar la trascendencia de las propias
áreas de conocimiento para aprender y desarrollar el respeto, la solidaridad, la sensibilidad y
el compromiso social, con el fin de comprender y promover a las personas con las que se
interactúa.

1 Véase entrevista efectuada por Susana Reinoso y publicada en el diario La Nación (Argentina), el 24 de junio de
2001.

La misión institucional de la Universidad del Este tiene muchos puntos en común con la
pedagogía de la creación de valores Soka.
El diamante se pule con el diamante, y la vida resplandece en el contacto con otras vidas. El
talento, el caracter único del individuo, se forja y florece como algo único y extraordinario sólo
en el contacto y en la interacción humana, dentro del pueblo y en la vida colectiva.
Esto me recuerda la hermosa historia de los árboles de tilo que perfuman la ciudad de La Plata.
Los tilos de La Plata fueron traídos desde Alemania cuando se creó la ciudad, a comienzos del
siglo XX. La larga travesía en barco hizo que los árboles llegaran secos, por lo que las
autoridades decidieron descartarlos. Sin embargo, el jardinero del Colegio Nacional pidió
autorización para intentar salvar esas plantas. La tarea no fue fácil, ya que tuvo que hacer
muchas gestiones para trasladar los árboles y reanimarlos. Pero hizo acopio de ingenio y
esfuerzo, movido por un corazón bondadoso, deseando que los árboles recobraran vitalidad.
Al cabo de un tiempo, finalmente, los tilos reverdecieron y fueron plantados en las veredas de
las ahora tradicionales avenidas platenses, brindando sosiego a sus ciudadanos. Es una historia
que nos deja una enseñanza muy grande en cuanto a qué tipo de valores debemos cultivar como
seres humanos.
El gran poeta argentino Almafuerte (seudónimo de Pedro Bonifacio Palacios), quien fue
respetado como uno de los cinco sabios de La Plata, señaló que “el hombre se debe a todos, no
a uno solo”.2 Por eso es tan importante afianzar y promover la solidaridad humana que brille
por el apoyo mutuo, la ayuda, el cuidado, el aliento y el atesoramiento de los unos a los otros.
En su poema ¡Avanti!, Almafuerte nos dice: “Si te postran diez veces, te levantas / otras diez,
otras cien, otras quinientas”.3
Juntos, construyamos una gran red solidaria de personas capaces, de espíritu indoblegable,
imperecedero, invencible e insuperable como un majestuoso árbol que se erige en la sociedad
para dar tranquilidad solidaria a nuestros congéneres.
La tercera consigna que quiero compartir con ustedes es “levantarse como un
resplandeciente amanecer de esperanza, con fortaleza resiliente”.

En junio de este año, el doctor Adolfo Pérez Esquivel y yo publicamos un llamado a la
resiliencia y a la esperanza, dirigido a los jóvenes del mundo.4 El doctor Pérez Esquivel pasó
sus años de juventud estudiando en una universidad de La Plata. Es un gran defensor de la paz
y de los derechos humanos. En nuestro libro conjunto, titulado La fuerza de la esperanza, el
2 ALMAFUERTE: Obras completas, Buenos Aires: Editorial Claridad, 2007, pág. 78.
3 Ib., pág. 207.
4 Véase https://www.daisakuikeda.org/es/20180605-esquivel-ikeda-llamamiento.html

doctor Pérez Esquivel señaló: “La espiritualidad nace cuando somos capaces de abrir la mente
y el corazón, de generar el espacio interior para que entre la luz. […] Nadie puede dar aquello
que no tiene. Necesitamos la luz interior, que nos ilumine para alcanzar la paz”.5 El doctor
Pérez Esquivel y yo tenemos plena confianza en que los jóvenes de la Argentina sabrán tener
esa luz en sus corazones, y que la harán resplandecer desde su interior como un amanecer de
resiliencia y esperanza.
El nombre de la Universidad del Este señala el levante.6 El budismo enseña que “cuando el sol
se asoma en el cielo oriental, su intensa luz ilumina todo el firmamento sobre el gran continente
meridional”.7 Disfrutamos del amanecer cuando raya el alba y relucen los haces de luz del sol.
Cuando viaje a su país, hace veinticinco años, mis compañeros de la SGI de la Argentina y yo
nos prometimos mutuamente que lucharíamos para convertirnos en personas capaces de
infundir esperanza a toda la humanidad, alumbrando todos los rincones de la nación con un
corazón amplio, como el sol acaricia a las personas con sus rayos. Quiero proponerles que
renovemos ese compromiso y que los jóvenes de la Argentina se propongan irradiar esperanza
a la humanidad entera, y a todo el planeta, con su ardiente pasión y energía. ¿Qué les parece?
La ciudad de La Plata fue construida inicialmente a semejanza de los centros urbanos más
destacados del mundo, que eran símbolos del saber y la cultura. La Plata llegó a ser conocida
por eso como la “Atenas de América”. Atenas se hizo famosa por la legendaria escuela
filosófica que fundó Platón en los jardines del Academos, inspirada en el pensamiento
socrático. Oro para poder contribuir a que la Universidad del Este siga cumpliendo un rol
similar a la academia platónica en este siglo XXI, formando hombres y mujeres dispuestos a
generar una nueva civilización humanística. Quiero asegurarles que, por mi parte, también
seguiré promoviendo lazos solidarios y fraternales por la paz en todo el planeta, junto a la
Universidad del Este, a la rectora Reitano y a sus distinguidas autoridades.
Finalizo mis palabras de agradecimiento con mis sinceros deseos de bienestar, salud y felicidad
para todos los presentes. Muchas gracias.

5 PÉREZ ESQUIVEL, Adolfo y Daisaku IKEDA: La fuerza de la esperanza: Reflexiones sobre la paz y los derechos
humanos en el tercer milenio, Buenos Aires: Azul Índigo, 2017, págs. 155-156.
6 Otra forma de denominar al punto cardinal este.
7 Los escritos de Nichiren Daishon, Tokio: Soka Gakkai, 2008, pág. 179.

Materiales y bibliografía
Entrevista efectuada por Susana Reinoso y publicada en el diario La Nación (Argentina), el 24 de junio de 2001.
ALMAFUERTE: Obras completas, Buenos Aires: Editorial Claridad, 2007
Véase https://www.daisakuikeda.org/es/20180605-esquivel-ikeda-llamamiento.html
PÉREZ ESQUIVEL, Adolfo y Daisaku IKEDA: La fuerza de la esperanza: Reflexiones sobre la paz y los derechos
humanos en el tercer milenio, Buenos Aires: Azul Índigo, 2017
Los escritos de Nichiren Daishon, Tokio: Soka Gakkai, 2008